Cuando uno piensa que ya ha visto todo, nuestros amigos orientales son capaces de desconcertarnos totalmente y darnos un baldazo de agua fría. Desde esas tierras llega esta joya del cine bizarro gracias a la pluma y la dirección de Simon Nam (Ngai Kai Lam). Luego de ver la película, podemos darnos cuenta de que es un tipo al que no le importa absolutamente nada. Nam nos cuenta, justamente y como dice el título, la historia de Ricky, un superhombre que, al vengar la muerte de su novia a manos de unos traficantes de droga, es mandado a prisión, donde un malvado alcalde le hará vivir las más terribles torturas con la ayuda de los cuatro jefes de los distintos sectores carcelarios.
En la jaula Ricky sufre castigos de todo tipo, desde ser enterrado vivo hasta que le echen polvo de vidrio en los ojos. Claro que este superhombre no se come una, de a poco va enfrentando a sus enemigos, a quienes llega a traspasarles el cuerpo con sus golpes, haciendo que la sangre inunde la pantalla.
Tras un comienzo en que parece perfilarse una película bastante seria de cárcel y violencia realista, llega el descalabro total, lo que hace que el film sea una joya del "top 10" de la historia del cine gore, con momentos absolutamente delirantes, en los que Ricky demuestra a cada paso que su poder no tiene límites, siendo capaz de atarse sus propios tendones, cual cordón de zapato, para que su brazo vuelva a tener movilidad y hasta de hacer sonar la hoja de un árbol como si fuera una flauta.
El grado de violencia y gore del film es realmente enorme, y si bien muchas situaciones son risibles, se crea un entorno en el cual uno acepta cualquier cosa que pueda pasar, y que de hecho, pasa. De esta manera, el enfrentamiento final entre Ricky y el alcalde de la prisión no tiene desperdicio: antes de comenzar a pelear, el malvado le dice a nuestro héroe que para ser el alcalde de la prisión, debe ser el mejor en kung-fu (¿?). Acto seguido, se transforma en un enorme monstruo deforme de papel mache, que no oculta el desastroso trabajo de los magos de los efectos especiales.
Esto, sumado a la enorme, incontable cantidad de escenas de acción. Además de la sangre y las tripas, el guión tiene alguna que otra cosa entretenida, como un travesti asesino y líneas de diálogos completamente absurdas.
Rankeando entre lo más sangriento de la historia, esta película es una buena demostración de que los orientales nos pueden dar más de una alegría ultraviolenta.
Bonus tracks:
-Un gordo inmenso se acerca a Ricky y le dice algo así como "Me comí 10 kilos de arroz y un caballo que me dieron a cambio de matarte". El héroe responde dándole un golpe en el estómago que le hace explotar la panza, cayendo al piso unos cincuenta litros de sangre.
-En una pelea uno de los malos es ahorcado con sus propias tripas.
-Un capo mafia es triturado en una máquina de picar carne.
-La película está basada en un manga.
-Se realizaron largometrajes animados sobre Ricky-Oh que son tan o más sangrientos
que la película.
-Al actor Fan Siu Wong (Ricky) puede encontrárselo en Supercop 2 con Jackie Chan
y Michelle Yeoh.
Ygnacio Cervio / Germán Magariños.
