Bueno, La meute ("la manada") es eso y nada más. Claro que si al guiso se le agrega el hecho de que está hablado en francés y hecho por franceses, el todo adopta un halo de distinción que, en los papeles, aparece como superador, como una vuelta de tuerca conceptual que lo posicionaría en un escalón distinto. Como bonus track, el film viene precedido de haber sido parte de la selección oficial de Cannes. Y en el Bafici, hoy, el malentendido se hace carne porteña.
Porque esta historia que da inicio con buenas armas clásicas si de horror hablamos (un hombre haciendo dedo en la ruta, una joven aguerrida al volante, un grupo de acechantes y peligrosos motoqueros. una taberna inhóspita con dueña ad hoc) promedia el relato con un insólito derrape narrativo, luego de inyectar algo de interés a la trama con la aparición de unos extraños seres subterráneos a los que la dueña del local rutero alimenta con comida non sancta.
El trabajo del debutante Franck Richard, plagado de guiños cinéfilos en la primera media hora (un clásico de los primeros opus), adolece de una total falta de inspiración a la hora del guión, con baches narrativos en su segunda mitad que desembocan en una serie de inserts mal planeados, con un montaje deficiente y una dirección de arte que parece no haber podido sostener la astucia puesta en juego en los primeros minutos.
Si no tenés mayores expectativas y te seguís babeando con las secuelas de Jason o Predator, puede que esta sea una buena opción. En caso contrario, enfilá para otra propuesta, al Bafici le sobran.
FREAK
Daniel Castelo.
La meute Francia / Alemania. 2010. 85` Dirección y Guión Franck Richard. Montaje Olivier Gajan. Con Yolande Moreau, Émilie Dequenne, Benjamin Biolay, Philippe Nahon. Sección Panorama / Nocturna.
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