Crítica / Nido de cuervos (Dark Country) con Ron Perlman

Un hombre y su bella rubia con touch salvaje. Una carretera perdida en medio del desierto estadounidense. Una noche espesa. Y un muerto no tan muerto en medio del camino. Estas son las claves de un film que apuesta por una estética posmo pop, con colores saturados y un croma siempre presente, como remarcando la pertenencia B del proyecto.

Sin embargo, se trata de una película montada sobre un guión pobre, que podría desmenuzarse en pocos segundos (o líneas) sin que faltara un solo momento de relevancia, que, además de pocos, con el correr de los minutos van perdiendo el interés debido a los baches narrativos.

Quizá se trata simplemente de un proyecto fallido del actor Thomas Jane (The Mist, Malone), de quien no podríamos decir que se destaque por sus matices interpretativos, pero que aquí juega un rol al que le imprime cierta intensidad. Pero en el rubro dirección, pese al esfuerzo que supone cambiar el registro habitual al menos en la imagen, las falencias son evidentes.

Dark Country (rebautizada en Argentina Nido de Cuervos, en un ejercicio de creatividad elogiable) es apenas un trabajo de experimentación estética a medias, en el que ni la potente escena masturbatoria a cargo de la sexy Lauren German (Hostel II) ni la presencia de Ron Hellboy Perlman, logran sumarle a un saldo con más deuda que ganancia cinéfila.

FREAK
Daniel Castelo.
@castelopio

Nido de Cuervos (Dark Country) EE.UU. 2009. Dirección Thomas Jane. Guión Tab Murphy. Montaje John Lafferty, Robert K. Lambert. Foto Geoff Boyle. Música Eric Lewis. Con Thomas Jane, Lauren German, Ron Perlman. Editada en DVD en Argentina por Transeuropa.