El director de esta cinta, Takashi Miike, siempre nos va a deleitar con su particular versión de lo extremo, lo repulsivo, lo peligroso y, por sobre todo, de las relaciones humanas más exacerbadamente retorcidas.
Al comenzar el film, un mafioso golpea sádicamente a una prostituta, mientras la situación es observada por alguien que desde la ventana no duda en masturbarse. El esperma que eyacula, poco a poco, se va disolviendo en el suelo hasta producir el título de la película. Toda una declaración de lo que nos deparará la temática de esta obra.
La hiper promocionada Ichi the Killer está basada en el manga del mismo nombre y nos cuenta la violenta historia del secuestro de un jefe mafioso en manos del personaje del título. Es entonces cuando sus secuaces comandados por el masoquista Kakihara (Tadanobu Asano) inician una cruenta y exagerada búsqueda de su patrón diseccionando y cortando a cuanta persona esté a su alcance con tal de obtener un dato de la reciente desaparición de su jefe. El sospechoso Ichi (Nao Omori ) se revelará como un sádico asesino que responde a las órdenes de un misterioso petiso de nombre Jijii (Shinya Tsukamoto).
Lo más llamativo de la película es la virulencia y exageración de las personalidades de cada personaje para, en el fondo, contar una historia de amor y fascinación entre dos psicópatas. Un asesino con trastornos sexuales, un guardaespaldas masoquista y amante del piercing extremo (tiene cortada las comisuras de su boca en ambos lados) y personajes mafiosos de turbulentos y raros secretos.
Como toda película de Miike el comienzo plantea una racionalizada trama que al correr de los minutos se transformará en una poesía de la sangre, el humor ácido y la violencia sin poder llegar a cerrar en un final concreto. Lo que reafirma el interés de este notable director por subvertir las convenciones del género de yakuzas y llegar al extremo de lo tragicómico alejándose totalmente de convenciones cinéfilas y contemplativas como las de Kitano.
Una pieza imprescindible de este notable director que siempre logra darle a sus trabajos ese clima nefasto e incómodo para el espectador que sentirá ganas de no comer por lo menos una semana.
Ygnacio Cervio.
Ichi the Killer (Koroshiya 1) Japón / Hong Kong / Corea del Sur. 2001. 129` Dirección Takeshi Miike. Guión Sakichi Sató. Basado en el comic de Hideo Yamamoto. Montaje Yasushi Shimamura. Foto Hideo Yamamoto. Música Karera Musication, Seiichi Yamamoto. Con Nao Omori, Tadanobu Asano, Shinya Tsukamoto, Paulyn Sun.