Aquí, a los diálogos irónicos y situaciones desopilantes se suma una bienvenida cuota de ciencia ficción, que contó además, en su momento, con un gran timing: en el año 2003, en la era inmediatamente post 11 de Septiembre, el miedo dominaba nuestras vidas. O la del pueblo norteamericano, al menos, y
Bajo una premisa tan original como inteligentemente resuelta desde la primer escena, donde un ascensor cae estrepitósamente al subsuelo, desafiando las leyes de gravedad, el film de Burns plantea un mundo dominado por el miedo -y las corporaciones que a menudo lo fomentan para beneficiarse del mismo-, y la psicología de una persona fóbica, que sin quererlo parece tener algo que ver con una terrible tormenta de temores. Si a esta divertida y ácida trama le agregamos falsos pasajes publicitarios al estilo Robocop 2, el resultado es una delicia cuyo único pecado se lamenta en su extendida duración, y alguna que otra mínima cuestión técnica (un efecto de fuera de foco digital del cual se abusa demasiado y una banda sonora por momentos demasiado invasiva y artificialmente orquestada). A pesar de que toda la obra de Burns resulta igual de interesante, es inevitable pensar qué hubiese sido de su obra de continuar por esta divertida línea.
FREAK
Mariano Torres.
A Problem With Fear, Canada, 2003. Director: Gary Burns. Guión: Gary Burns y Donna Brunsdale. Fotografía: Stefan Ivanov. Montaje: Yvan Thibaudeau. Con Paulo Costanzo, Emily Hampshire, Camille Sullivan, Benjamin Ratner, Keegan Connor Tracy.
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