Crítica: Beginners

El gancho, mal que nos pese (por que al fin y al cabo no debería ni sorprendernos ni fascinarnos), radica en observar a Christopher Plummer haciendo de anciano que sale del closet de una buena puta vez. Esto es de lo mejor de Beginners, film que atenta contra nuestra paciencia al involucrar a una minita á-la-cameron-crowe, chica imposible e indefinida, cría bastarda de Annie Hall pero sin onda, muchachita artista que -al contrario de "Male" Pichot- no se banca mucho la concatenación de fonemas y se comunica a través dibujitos estúpidos hechos con crayolas carísimas.


Beginners falla allí, en esa relación rara como encendida entre Ewan McGregor y la diosa cenicienta Mèlanie Laurent. Él es un publicista minimalista ondavaguista y ella es una actriz transgresora que se la pasa desayunando en hotelitos y no lo soporta más. Donde el film no falla es en la historia del viejo Hal Fields (Christopher Plummer), un señor que encuentra en su enfermedad terminal el disparador necesario para salir del closet con todos los fuegos artificiales posibles (literalmente hablando), llevando adelante un tratamiento ambulatorio que -sino eficaz- al menos resulta sumamente reconfortante para el convalesciente y para casi todos los que se acercan a su hermosa casa llena de flores y pelotas inflables multicolor. Ponerle onda (vaga) a una enfermedad terminal puede ser un tratamiento estéril en lo fáctico (las células de Plummer se pudren como los clientes de Ewan se pudren de sus diseños muy de niño sensible) pero satisfactorio en lo humano. Es muy duro transcurrir un cáncer si te sumís en la depresión más destructiva. Entonces a alegrarnos, aún cuando las revelaciones de un papá cegado por su renacer imposible nos lleguen cuando el impacto que puedan producirnos no sea del todo drástico.

Creí comprender en Begginers que el epitafio arcoiris de tu progenitor te puede conducir a disfrazarte de Freud (aunque no saques demasiadas conclusiones filosas respecto tus fantasmas) y a ligarte a la chica más rara de la fiesta para después perderla y acto seguido volver a "recuperarla" para terminar sentado junto a ella encarando tu propio epitafio (y el suyo) sentados frente a cámara, mascullando opciones bellas y algunas dudas, como en Punch-Drunk Love y The Graduate, pero con más témpera y espítitu indie/artie.

Mención especial para Arthur, un perro filósofo que le parte la crisma al babau de The Artist.

FREAKDaniel Celina
Beginners (2010, USA). Dirigida por Mike Mills. Con Ewan McGregor, Christopher Plummer y Mèlanie Laurent. Montaje: Oliver Bugge-Cotté. Fotografía: Kaspar Tuxen. Sonido: Leslie Shatz.