10.10.11

Crítica / El árbol de la vida, de Terrence Malick

Una vez que dejás entrar la puntita, terminás aceptándola toda. Al punto de amarla ú odiarla, pero nunca un punto intermedio. Nunca un gris. Para gris, el cabello de Terrence Mallick.



Amo incuestionable del universo, Mallick es un señor de gorro que cuando se lo propone es capaz de tirar toda la carne al asador, incluso carne de plesiosaurio (*).


La muerte nos puede hacer pensar en cualquier cosa: Sulfato, clorofila, pies descalzos e incluso sapos atados a cañitas voladoras. Andá a saber. Interpretaciones a un lado, lo que no se discute es la garra que se le puso a esta caricia de tres horas sobre el micro y macrocosmos, o sea un tratado monumental que abarca desde los misteriosos meteoros interestelares que modifican el curso de la evolución hasta los mocos que cuelgan de la nariz de tu hermano menor.


Queda más que claro que para emprender el viaje se requiere una predisposición semejante a la que deben llevar adelante los tres hermanitos condenados a almorzar bajo la rígida tutela de papá Brad Pitt. Pues algo es seguro: Incluso una caricia puede transfigurarse en herida si se la prolonga hasta los límites de lo permitido (“torturita china”, que le dicen. Te acaricio el hombro tres horas seguidas hasta dejártelo en carne viva).


El film de Mallick te ofrece tres “ertes”, como los locales de palermo que terminan en "arte" (cocinarte, amueblarte, pintarte, taparte, arroparte, etc) pero con E:


Conmoverte, sobrecogerte y romperte (la paciencia ó el encéfalo, dependiendo de cómo le entres a este ensayo largo -y tendido- sobre lo que sucede desde antes que empezamos a respirar hasta bastante después de dejar de hacerlo).


Y así como pensamos que Sean Penn exageró en su declaración pública respecto a este film (“no lo entendí”), también pensamos que lo enaltecedor/abrumador/fastidioso de la experiencia dura lo que el metraje, y luego del mismo ya no nos sentimos tan cebados como para armar mesas redondas respecto a su mensaje (si es que lo tiene) y contenido (lo tiene en abundancia).


Zonafreak banca
El Árbol de la Vida.
Eso es todo.


FRE
AK
Daniel Celina.

(*) Diego Battle asegura en otroscines que los dinosaurios de Mallick no tienen nada que envidiarle a los de Spielberg. Sr. Battle, discrepo. Objetivamente hablando, las exóticas criaturas bípedas de Mallick no lucen mal, pero las fieras Spielbergianas lucían mejor. Además metían cuiqui por sobre admiración, haciéndonos agradecer su oportuna extinción.

El árbol de la vida (The Tree of Life) EE.UU. 2011. Dirección y Guión Terrence Malick. Montaje Hank Corwin, Jay Rabinowitz, Daniel Rezende, Billy Weber, Mark Yoshikawa. Foto Emmanuel Lubezki. Música Alexandre Desplat. Con Brad Pitt, Sean Penn, Jessica Chastain, Fiona Shaw.




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