No es común que un guión cinematográfico made in USA pertenezca al exótico subgénero de películas-deudoras-de-Nueve-reinas. Y no lo es porque de esta forma damos por sentado que un film argentino marcó un precedente en la industria de Hollywood, dejó marca, produjo un click en la forma de escribir una trama.
Claro, el ya clásico opus del fallecido Daniel Bielinsky de por sí formaba parte de un universo aún mayor: el del cine de intriga que sumó al policial inteligente, al suspenso bien habido, bien pensado y, mejor aún, bien llevado a la pantalla.
Duplicidad, que más allá de sus méritos no deja de ser un trabajo que suma a la lista de melodramas (¿es que alguna vez se cuenta otra cosa que no sea una historia de amor?) es sin embargo un largometraje que provoca, que planta una particular jugarreta intelectual dentro de una historia de espías y sitúa al relato en un lugar provechoso, digno de formar parte del club de las vueltas de tuerca. Y de las buenas.
El film cuenta la compleja relación que llevan adelante Claire (Julia Roberts) y Ray (Clive Owen), espías profesionales a quienes el presente encuentra trabajando para antagónicas empresas farmacológicas de los Estados Unidos. Ambos trafican, investigan, roban, llevan y traen información para sus jefes, aunque también se cruzan en una misma compañía, ya que uno de ellos es el topo de otra empresa.
El amor, como el suspenso y la intriga que genera semejante oficio, no tarda en explotar y hacer ese fino trabajito que da pie a tantas posibilidades a futuro como complicaciones y retruques cotidianos.
Como si fuera un rompecabezas que se va armando con el correr de la cinta, el muy hábil Tony Gilroy (director de Michael Clayton y guionista de la respetada saga Bourne) construyó un brillante juego de espías enamorados tanto entre ellos como de si mismos, a la vez que (con más énfasis aún) del oficio que desempeñan con tanta o más solvencia que el propio Bond, James Bond.
Guerra de patentes, multinacionales voraces, intento de estafa por parte de los soldaditos del juego y tantas discusiones como escenas de pasión forman parte de un menú con altas calorías cinéfilas a cargo de una pareja que cuenta con toda la química necesaria, y un director que derrocha eficacia y habilidad de narrador. Además, y por el mismo precio, la que probablemente sea la mejor continuadora del estilo Nueve reinas, ese que nos ha hecho adictos a la expectativa por la escena que vendrá, por la sorpresa bien parida, al golpe de gracia cinéfilo.
Bonus Track
-En este caso el bonus llega en el prólogo, con los títulos de presentación del film, montados sobre una pelea filmada en cámara lenta que hará las delicias de cualquiera que disfrute las pequeñas maravillas del estilitazo visual.
FREAK
Daniel Castelo.
Duplicidad (Duplicity) EE.UU. / Alemania. 2009. 125´ Dirección y Guión Tony Gilroy. Montaje John Gilroy. Fotografía Robert Elswit. Música James Newton Howard. Con Julia Roberts, Clive Owen, Tony Wilkinson, Paul Giamatti.

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