Essential Killing viene de ganar premios en los festivales de cine de Venecia y Mar del Plata, y en los dos casos los galardones fueron como Mejor Película y Mejor Actor.
El relato, planteado de forma lineal y de una angustia visual casi llevada al paroxismo, evita sin embargo la monotonía de la rutina narrativa y opta por una lenta pero paulatina caída de fichas de dominó, todas derribadas, claro, por la acción del personaje de Gallo, que da inicio a la trama con un disparo de misil contra los efectivos de la fuerza norteamericana.
A partir de ese momento, se desencadena en pantalla una aventura unipersonal, casi un monólogo de violencia a cargo de nuestro antihéroe (¿villano?), especie de perseguido paradigmático, de representante de todos los males vistos desde el clisé occidental, con una acción que rememora incluso (perdón puristas) al primer Rambo, aunque con un planteo estético más ligado a claustrofobia que la acumulación de escenas de acción y violencia.
La dirección de Jerzy Skolimowsky (coguionista de El cuchillo bajo el agua, clásico opus inicial de Roman Polanski) es certera y ajustada a un escenario tan amplio como indomable (uno de los tantos territorios en los que se libra la batalla entre Oriente Medio y los aliados encabezados por EE.UU.), pero a la par de una performance silente de parte de Gallo, que no habla en todo el film pero se entrega de lleno a un personaje complejo por su derrotero de violencia y dolor en loop.
FREAK
Daniel Castelo.
Essential Killing Irlanda / Hungría / Noruega / Polonia. 2010. Dirección Jerzy Skolimowsky. Guión Jerzy Skolimowsky, Ewa Plaskowska. Montaje Réka Lemhénvi. Foto Adam Sikora. Con Vincent Gallo, Emmanuelle Seigner, David L. Price, Phillip Goss.
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